Palabras del Secretario de Desarrollo Social de la Ciudad de México, José Ramón Amieva Gálvez, durante la firma de carta de Intención a favor de personas repatriadas originarias del estado de Michoacán, provenientes de los Estados Unidos de América.

Publicado el 10 Marzo 2017
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10 de marzo de 2017

En virtud de este lamentable hecho humanitario que ha constituido la deportación de muchos paisanos que están fincando su esperanza de vida en Estados Unidos, el Doctor Mancera nos pidió que acudiéramos, hiciéramos presencia de manera inmediata en las principales terminales de autobuses y Aeropuerto de esta ciudad, y lo hicimos porque precisamente, todos los repatriados, repatriadas, llegan a esta ciudad para después partir hacia sus entidades o estados de destino final.

Desde ese momento, el Jefe de Gobierno nos instruyó para que lleváramos la atención de primer contacto humanitaria que fuera necesaria, para ello llevamos apoyo de alimentación, estuvimos al tanto de su salud y del tema de orientación jurídica.

Nos dimos cuenta que el contacto con nuestras paisanas y paisanos, es un contacto de constante aprendizaje y sensibilidad. Tenemos que reconocer que al principio nuestras brigadas, cuando llegaban, nos encontrábamos con personas que estaban en una situación de completa decepción, desesperación, cansancio, se sentían vulnerados, discriminados, atacadas, atacados, habían sido víctimas de procedimientos violatorios de sus derechos humanos, carentes de todo sustento jurídico.

Habían sido arrebatados de sus casas, de sus trabajos, del transporte, los habían separado de sus familias. Después de eso, muchos habían sido trasladados a diversos centros penitenciarios, durante prácticamente semanas, y después, literalmente con lo que traían, eran depositados en la frontera y traídos a la Ciudad de México.

Entonces empezamos a encontrar que cuando ofrecíamos el apoyo de salud, el apoyo alimentario, a principio, no lo aceptaban porque se sentían, incluso con una situación de rechazo por todo lo que habían sufrido, y fue platicando con nuestras promotoras y promotores que están en estos centros de transporte, en las terminales y el Aeropuerto, que nos dimos cuenta que lo primero que necesita una personas, una paisana, un paisano que está en la ciudad, siendo su primer esquema de contacto con este país, es un abrazo.

Después de ello, empezamos a conocer cuál era la situación en la que llegaban y por qué se sentían en una total aprensión y lo primero que señalamos es que llegan, literalmente, con la ropa que traían puesta, no les dan una prenda de abrigo, le retiran los celulares, no saben sus familias, tanto en Estados Unidos, como aquí en México, qué es lo que sucede con ellos, con ellas.

Además, tienen miedo porque todo lo que lograron en Estados Unidos, sus bienes, sus aportaciones laborales, no saben qué va a suceder con ello.

La segunda instrucción que nos dio el Jefe de Gobierno, además de todo este tipo de apoyos, fue que realizaremos, lo que el Jefe de Gobierno denominó mi primer llamada. Mi primer llamada es que en el momento que llegan, hablan primero a Estados Unidos a sus familiares a sus amigos para saber que están en México, y después a sus familiares y amigos del interior de la República para que sepan que va para allá.

Ante ello, el Jefe de Gobierno nos ha instruido que tengamos contacto, de manera coordinada, Sederec, a través de la Doctora Rosa Icela y su servidor, conjuntamente con Jacqueline L´Hoist, con las instancias de derechos humanos, con las instancias de defensa jurídica para poder, precisamente, preservar, defender y coadyuvar en este esquema de defensa y acompañamiento a las y los repatriados.

Decirle señor Jefe de Gobierno, que más de un 90% de las personas que llegan a la Ciudad de México, son de otras entidades, principalmente, de Michoacán.

Señalaban, en pláticas que hemos tenido con las instancias de defensa de derechos humanos de Michoacán, que en Estados Unidos hay más de cuatro millones de migrantes michoacanos, michoacanas, y se espera que puedan ser repatriados, en esta primera etapa, hasta un millón.

Es por ello, que también hemos tenido contacto con instancias defensoras de los derechos, tanto humanos, entre ellos los jurídicos, de las entidades de México, Hidalgo, en fin, todo el sistema.

Señor Jefe de Gobierno, esa es la intención de encontrarnos hoy aquí y agradezco la presencia, la atención de todas y todos quienes el día de hoy acompañan este gran esfuerzo de nuestras mujeres, de nuestros hombres repatriados.

Muchas gracias.