Palabras del director del IASIS, Jorge Luis Pérez Santos, en representación del secretario de Desarrollo Social de la CDMX, Alejandro Piña, durante la presentación del Diagnóstico Situacional de las Poblaciones Callejeras 2017-2018.

Publicado el 22 Noviembre 2018
22 de noviembre de 2018

Gracias, buenos días a todos y a todas, sean ustedes bienvenidos a este evento importante, a este esfuerzo que hace el Instituto de Asistencia e Integración Social a través de este diagnóstico, de esta presentación del Diagnóstico Situacional de las Poblaciones Callejeras 2017-2018 porque con esto cerramos un esfuerzo y una propuesta que en su momento, como se ha señalado, por parte de nuestro jefe de Gobierno, el doctor José Ramón Amieva Gálvez, fue su idea de tener este Protocolo, y hoy se publica, hoy se materializa.

Lo hacemos en este espacio de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México con los representantes de las instancias gubernamentales de nuestra secretaria del Trabajo, de Salud de los representantes, servidores públicos de COPRED, IAPA, de las organizaciones sociales Caracol, Ednica, Renacimiento, Niñas y Niños Fuera de Peligro, y esto es realmente el esfuerzo que se hizo por parte de los servidores del Instituto de Asistencia e Integración Social de este cierre de círculo y que hoy nos complace darlo a conocer.

Agradezco a los que nos acompañan en el presídium, muchas gracias compañeros servidores públicos, forman parte también de nuestros Consejos Interinstitucionales de Atención a Personas en Situación de Calle y Poblaciones Callejeras.

Traemos unas palabras quiero expresar, porque aunado a que el Instituto hace este esfuerzo, no es sino con el aval de nuestro secretario de Desarrollo Social, el maestro Alejandro Piña, de quién, además de que traigo su representación, quiero expresarles el mensaje de mi secretario, dice:.

Buenos días a todas las personas que nos acompañan en este evento.

Posiblemente un comienzo razonable para esta presentación sea hacer alusión a diversos adjetivos, por cierto, mal usados para nombrar a aquellos a quienes no tienen hogar: Indigentes, homeless, vagabundos, méndigos, sin techo, gente en situación de calle.

Cada una de estas acepciones denota una visión de ellas como abusadoras del sistema, pareciera que al perder sus posesiones materiales dejaron de formar parte de la sociedad, hasta casi quedar sin derechos como ciudadanos. Nada más incorrecto, son personas y no merecen enfrentar discriminación, criminalización, negación al acceso a servicios de salud ni ser objeto de retiros forzados.

El problema de exclusión social en el que las personas integrantes de las poblaciones callejeras están inmersas alude a una situación generalizada de desempleo, inestabilidad y degradación de sus condiciones de vida, y esto no los hace menos. La exclusión, en la inmensa mayoría de sus manifestaciones tiene sus raíces en factores sociales, lo que de modo implícito refiere que la solución sólo puede venir del conjunto de la sociedad a través sinergias que conlleven a la inclusión de éstas para desvincular su vida al espacio público.

La idea de que algunas vidas importan menos que otras es la raíz de muchas cosas que están mal en nuestra sociedad. Esto es inaceptable, todas las personas importan y requieren respeto a su dignidad y derechos humanos.

¿Cómo abordar el tema entonces? Tenemos el imperativo de solidarizarnos con aquellas personas que sistemáticamente subsisten en el espacio público; ya sea de manera temporal o permanente. Con aquellas a quienes los conflictos de pareja, las drogas, el alcohol y la falta de trabajo marcaron su presente. Esto no solo es deseable, sino imprescindible.

El objetivo es garantizar que todo ser humano que viva o transite en la Ciudad de México ejerza todos y cada uno de los derechos humanos y sociales. Para permitirles acceder a un nivel de vida adecuado y se restituyan progresivamente sus derechos, como el derecho a la dignidad humana, a la identidad jurídica, a la salud, a tratamientos para rehabilitarse, a capacitarse y vincularse laboralmente.

Instrumentos como el Protocolo Interinstitucional de Atención Integral a Personas en Riesgo de vivir en Calle e Integrantes de las Poblaciones Callejeras, son claro ejemplo del cambio en el paradigma de la atención social, donde se pasó de la postura asistencialista a una visión de restitución de derechos.

La presentación de este Diagnóstico nos llevará a nuevas formas de prevención, acercamiento, sensibilización, prevención y atención social. De esta manera, al conocer de primera mano su realidad, podremos incorporar un enfoque más efectivo para su atención y posterior reincorporación.

La ruta de trabajo del diagnóstico situacional de las poblaciones callejeras 2017-2018.

1.- En primera instancia, con la técnica “Punto en el tiempo” durante la noche del 12 de julio y la madrugada del 13 de Julio de 2017, mil 662 brigadistas salieron a recorrer las calles de las 16 demarcaciones territoriales, visitando 446 puntos estratégicos con la finalidad de conocer de viva voz la experiencia de las personas integrantes de las poblaciones callejeras, a través de la aplicación de una encuesta compuesta de 31 reactivos.

2.- En enero de este año se realizó el ejercicio ¨Historias de Vida¨, el cual consta de 43 entrevistas de profundidad a personas integrantes de las poblaciones callejeras en la demarcación Cuauhtémoc, hoy alcaldía Cuauhtémoc.

3.- Por último, la elaboración del Diagnóstico Situacional se llevó a cabo a través de foros con la participación de los Entes Responsables, corresponsables, Organizaciones de la Sociedad Civil y la ciudadanía.

Es a partir de este proceso que se obtiene el diagnóstico, del cual quiero compartirles algunos resultados:

· El censo arroja la cifra de 6 mil 754 personas integrantes de las poblaciones callejeras en la CDMX, dispersas en 446 puntos: 100 de alta concentración (conformados por más de cinco personas) y 346 de baja concentración (con menos de cinco personas). · De este universo, 2 mil 400 son atendidas en albergues y 4 mil 354 habitan en el espacio público. · Las demarcaciones territoriales o alcaldías de Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza e Iztapalapa concentran poco más de la mitad (54%) de las personas integrantes de las poblaciones callejeras, de las cuales: 9 de cada diez son hombres. · La composición de las poblaciones callejeras comprende desde personas con discapacidades físicas, mentales, comunidad LGBTTTI, pertenecientes a pueblos originarios y, el más nutrido, los migrantes internos. · Las personas migrantes del interior de la república representan la mitad del universo, donde el Estado de México, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Chiapas y Oaxaca concentran el 70 por ciento del mismo. · De estos, casi 7 de cada 10 migraron en búsqueda de algún trabajo. · También podemos observar la composición por grupo etario, escolaridad y estado civil; así como el tiempo que llevan viviendo en las calles y los tipos de lugares donde duermen regularmente.

El Diagnóstico también nos permitirá conocer su dinámica de vida y tipos de estancia en las calles: ya sea transitoria, semi transitoria, clásica, nómada o inicial.

De las Historias de Vida podemos conocer aspectos cualitativos sobre su infancia, adolescencia, madurez y su presente, ya sea desde su día a día, sus intereses, relaciones personales o lugares preferidos.

Con las entrevistas de profundidad se pudo determinar algunos rasgos de su conducta social, donde se puede catalogar como adictiva o solitaria. De igual forma se conoció el tipo de relaciones afectivas que desarrollan, así como las actividades que realizan para subsistir y cómo se relacionan con las demás personas.

De la aplicación de una metodología sólida, el resultado se convierte en un insumo básico para poder examinar y orientar la política pública que pretenda atender a estas poblaciones. Un documento necesario para todo interesado en el tema.

El presente trabajo ha sido construido a través de múltiples experiencias; es, sin duda, un documento perfectible, pero aporta elementos que permiten adecuar las políticas públicas al considerar los diagnósticos situacionales de las poblaciones callejeras, en especial en la prevención del fenómeno, salud en el contexto de morbilidad y mortandad, adicciones, necesidades en el ámbito laboral y accesibilidad a la vivienda.

Del análisis y discusión de la información que alimentó estos documentos se identifican áreas de oportunidad que podrán reforzar el trabajo que se desempeña hoy en día. Y donde también sea posible generar mayor consciencia y empatía entre la ciudadanía hacia las personas integrantes de las poblaciones callejeras sin estigmatización, criminalización o discriminación hacia estas personas.

Muchas gracias.