Palabras del secretario de Desarollo Social de la Ciudad de México, Alejandro Piña, durante la celebración del Día de las Personas Mayores organizado por la Junta de Asistencia Privada
Publicado el 23 Agosto 2018
23 de agosto de 2018
Muchas gracias, muy buenos a todas y todos los presentes.
A nombre del jefe de Gobierno, el Doctor José Ramón Amieva, agradezco la invitación a compartir con todos ustedes en este desayuno con todas y todos ustedes con motivo del Día de las Personas Mayores. Gracias al licenciado Carlos Madrid Varela, presidente de la Junta de Asistencia Privada.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), “el envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad; entre ellos, el mercado laboral, financiero y la demanda de bienes y servicios, así como para la infraestructura familiar y los lazos intergeneracionales.”
La población de nuestra capital, a lo largo de las últimas décadas, ha pasado por cambios sustanciales en su composición. Si nos referimos al año de 1970 sólo el 3.5 por ciento de las personas tenían más de 65 años, cifra que para el año 2010 se duplicó y pasó al 7.8 por ciento. Este aumento cobra relevancia a razón de la tendencia de transformación de la composición demográfica y los retos que ésta trae consigo.
Pero el verdadero reto estamos por enfrentarlo en los próximos años, durante los próximos 10, 15, 20 años, tendremos la mayor fase de la estructura poblacional en personas mayores de 65 años. Actualmente tenemos el mayor bono demográfico, es decir, la mayor cantidad de personas en este país que se encuentran en edad productiva pero que en unos 10 años, 15 años, eso se va a invertir y nuestra población, su base más ancha será justamente la población mayor de 65 años.
La respuesta al envejecimiento de la población debe ser anticipada, planificada y construida a partir de la colaboración de instituciones de asistencia privada, organizaciones de la sociedad civil, la academia y por supuesto también el gobierno; de tal colaboración lograremos mejoras en la cohesión social y un desarrollo del cual formen parte las mujeres y los hombres de todas las edades. Por esto y más, las personas mayores son un sector de atención prioritaria.
Por supuesto que reconocemos el esfuerzo y la labor que representa la Junta de Asistencia Privada en este tema y las instituciones de Asistencia Privada al brindar servicios, asesorías y capacitación a personas adultas mayores. Celebramos que organizaciones e instituciones con iniciativas a favor de las personas adultas mayores se organicen y desarrollen proyectos en beneficio, pues representan causas nobles, y merecen todo el apoyo y el respaldo posible.
Es admirable la empatía y compromiso que demuestran al compartir experiencias y aprendizajes con las personas adultas mayores a las que asisten. Son, sin duda, un poderoso motor de cambio social y de cohesión ya que realizan un gran aporte a la sociedad, abonando al bienestar y dignidad de los adultos mayores.
También, desde el Gobierno de la Ciudad contribuimos a la atención de las personas adultas mayores, muestra de ello es el Instituto de Atención al Adulto Mayor y el Programa Pensión Alimentaria para Personas Adultas Mayores de 68 años Residentes en la Ciudad de México, con el cual contribuimos a garantizar su seguridad alimentaria a través del otorgamiento de una pensión que promueve de manera integral un envejecimiento activo y saludable, abatiendo problemas inherentes a la pobreza de patrimonio y promoviendo la inclusión y equidad social.
Este programa, a su vez, forma parte de un sistema integral de atención, pues no sólo mejora y garantiza su ingreso económico, sino que contribuye a la alimentación, la salud, la educación, la ocupación del tiempo libre, y por supuesto, a una vida independiente de las personas adultas mayores.
Este sistema integral se compone por una gran cantidad de actividades que forman parte del sistema de servicios que se otorgan y, el día de hoy, nos llena de enorme alegría estar con ustedes en esta convivencia ya que uno de los mayores honores en la vida es procurar a aquellos que alguna vez cuidaron de nosotros, y por eso trabajamos para la inclusión, la integración y participación de las personas adultas mayores, ya que nuestra responsabilidad y compromiso es que disfruten un presente pleno y por supuesto, como el anhelo de toda civilización, que podamos vivir más y que podamos vivir mejor.
Cuenten con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de México, la Junta de Asistencia Privada y las instituciones de Asistencia Privada como aliados incondicionales.
Con ello no buscamos más que reconocer el valor, la experiencia, el trabajo y conocimiento que poseen las personas adultas mayores. Promoveremos sus derechos para construir una sociedad para todas las edades donde trabajaremos para fortalecer la solidaridad entre todas las generaciones y así hacer frente a los retos actuales y también a los retos del futuro.
Muchísimas gracias por su atención.
A nombre del jefe de Gobierno, el Doctor José Ramón Amieva, agradezco la invitación a compartir con todos ustedes en este desayuno con todas y todos ustedes con motivo del Día de las Personas Mayores. Gracias al licenciado Carlos Madrid Varela, presidente de la Junta de Asistencia Privada.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), “el envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad; entre ellos, el mercado laboral, financiero y la demanda de bienes y servicios, así como para la infraestructura familiar y los lazos intergeneracionales.”
La población de nuestra capital, a lo largo de las últimas décadas, ha pasado por cambios sustanciales en su composición. Si nos referimos al año de 1970 sólo el 3.5 por ciento de las personas tenían más de 65 años, cifra que para el año 2010 se duplicó y pasó al 7.8 por ciento. Este aumento cobra relevancia a razón de la tendencia de transformación de la composición demográfica y los retos que ésta trae consigo.
Pero el verdadero reto estamos por enfrentarlo en los próximos años, durante los próximos 10, 15, 20 años, tendremos la mayor fase de la estructura poblacional en personas mayores de 65 años. Actualmente tenemos el mayor bono demográfico, es decir, la mayor cantidad de personas en este país que se encuentran en edad productiva pero que en unos 10 años, 15 años, eso se va a invertir y nuestra población, su base más ancha será justamente la población mayor de 65 años.
La respuesta al envejecimiento de la población debe ser anticipada, planificada y construida a partir de la colaboración de instituciones de asistencia privada, organizaciones de la sociedad civil, la academia y por supuesto también el gobierno; de tal colaboración lograremos mejoras en la cohesión social y un desarrollo del cual formen parte las mujeres y los hombres de todas las edades. Por esto y más, las personas mayores son un sector de atención prioritaria.
Por supuesto que reconocemos el esfuerzo y la labor que representa la Junta de Asistencia Privada en este tema y las instituciones de Asistencia Privada al brindar servicios, asesorías y capacitación a personas adultas mayores. Celebramos que organizaciones e instituciones con iniciativas a favor de las personas adultas mayores se organicen y desarrollen proyectos en beneficio, pues representan causas nobles, y merecen todo el apoyo y el respaldo posible.
Es admirable la empatía y compromiso que demuestran al compartir experiencias y aprendizajes con las personas adultas mayores a las que asisten. Son, sin duda, un poderoso motor de cambio social y de cohesión ya que realizan un gran aporte a la sociedad, abonando al bienestar y dignidad de los adultos mayores.
También, desde el Gobierno de la Ciudad contribuimos a la atención de las personas adultas mayores, muestra de ello es el Instituto de Atención al Adulto Mayor y el Programa Pensión Alimentaria para Personas Adultas Mayores de 68 años Residentes en la Ciudad de México, con el cual contribuimos a garantizar su seguridad alimentaria a través del otorgamiento de una pensión que promueve de manera integral un envejecimiento activo y saludable, abatiendo problemas inherentes a la pobreza de patrimonio y promoviendo la inclusión y equidad social.
Este programa, a su vez, forma parte de un sistema integral de atención, pues no sólo mejora y garantiza su ingreso económico, sino que contribuye a la alimentación, la salud, la educación, la ocupación del tiempo libre, y por supuesto, a una vida independiente de las personas adultas mayores.
Este sistema integral se compone por una gran cantidad de actividades que forman parte del sistema de servicios que se otorgan y, el día de hoy, nos llena de enorme alegría estar con ustedes en esta convivencia ya que uno de los mayores honores en la vida es procurar a aquellos que alguna vez cuidaron de nosotros, y por eso trabajamos para la inclusión, la integración y participación de las personas adultas mayores, ya que nuestra responsabilidad y compromiso es que disfruten un presente pleno y por supuesto, como el anhelo de toda civilización, que podamos vivir más y que podamos vivir mejor.
Cuenten con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de México, la Junta de Asistencia Privada y las instituciones de Asistencia Privada como aliados incondicionales.
Con ello no buscamos más que reconocer el valor, la experiencia, el trabajo y conocimiento que poseen las personas adultas mayores. Promoveremos sus derechos para construir una sociedad para todas las edades donde trabajaremos para fortalecer la solidaridad entre todas las generaciones y así hacer frente a los retos actuales y también a los retos del futuro.
Muchísimas gracias por su atención.
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